¿Quién se acordó de ellas?


Se durmió la Rosa negra...y se marchó para siempre,
¿quién se acordó de ella?
da sus últimos aleteos la mariposa
amarilla y blanca...
¿Tambien se marcha?

Y me sumerjo en mi interior para tomar conciencia,
que no soy como creí que era...no soy aquella.
Siento un rencor que fluye por mis arterias, se me come,
y me ahogo en lágrimas.

Abanderada de la verdad y ahora...lo sé,
todo se me cayó, el mundo en mis pies,
¿mentirosa?...¿engañándome a mí misma?
Creo que simplemente fuí ciega...demasiado ciega.

Creí de mí ser abrazo de desconsolados
y no fue así...que se me iban los tiempos,
y no me acordaba...la rosa negra se marchaba,
ciega y no lo viste...¡maldita ciega!
¿o si miraste y te hiciste la loca?
pudiera ser...pero si así fue
más culpa, si, ¡culpable!

Si me acordé mi rosa...si te pensé,
y a tí mariposa...tambien.


Creí ser mano, regazo
¡cruel engaño!
sólo soy la daga del diablo,
la muerte vestida de blanco,
la voz que aterciopelada os atrae,
os cree querer...¡engaño!

Todo lo que permanezca a mi lado
se morirá...soy óxido, pobredumbre,
putrefacción de lo que se me acerca.

Por primera vez tomo conciencia,
soy la parca y su guadaña,
soy la asesina de esperanzas,
la que cree que ama...y mata.

Y me odio...
me odio tanto que quisiera no existir,
y elevo un último ruego...
mariposa...no te vayas.

No hay comentarios: