
Perdida estaba mi mirada en el horizonte
donde el cielo se confunde con el mar,
donde las nubes hacen el amor con las olas
y se diluyen en blancos suspiros de espuma.
Solo quería perderme en su inmensidad,
la brisa marina acariciaba mi rostro,
me invitaba a soñar,
a creer que los sueños se hacen realidad.
Cerré los ojos y deje que el perfume salado inundara mis sentidos.
Que el murmullo del vaivén de la marea,
cuando acaricia suavemente la arena
fuera la única melodía que penetrara en mis oídos.
Ví que una sirena se asomaba entre las olas…
con la dulzura de su canto me llamaba
Me atraía hacia las aguas...
pensé que estaba soñando pero no me despertaba.
Me invadió una sensación extraña,
poco a poco me elevaba.
Flotaba suavemente sobre las aguas,
como en un sueño en el océano me internaba.
La bella sirena me atraía con su mirada,
por las profundidades del mar de la mano me guiaba.
De la misma forma que me llevó
volvió a dejarme en la playa.
La sonrisa brillaba en su mirada,
creí comprenderla...
Volvería por mí cuando yo la llamara.
Un leve estremecimiento me despertó,
seguía tendida en la arena,
el sol se ocultaba en el horizonte.
Mire el mar, estaba tranquilo, nada se movía,
y comprendí que solo había sido un bello sueño...
Lo que no puede entender
es porque luego de tantas horas de estar dormida en esa playa,
continuaba completamente mojada...
donde el cielo se confunde con el mar,
donde las nubes hacen el amor con las olas
y se diluyen en blancos suspiros de espuma.
Solo quería perderme en su inmensidad,
la brisa marina acariciaba mi rostro,
me invitaba a soñar,
a creer que los sueños se hacen realidad.
Cerré los ojos y deje que el perfume salado inundara mis sentidos.
Que el murmullo del vaivén de la marea,
cuando acaricia suavemente la arena
fuera la única melodía que penetrara en mis oídos.
Ví que una sirena se asomaba entre las olas…
con la dulzura de su canto me llamaba
Me atraía hacia las aguas...
pensé que estaba soñando pero no me despertaba.
Me invadió una sensación extraña,
poco a poco me elevaba.
Flotaba suavemente sobre las aguas,
como en un sueño en el océano me internaba.
La bella sirena me atraía con su mirada,
por las profundidades del mar de la mano me guiaba.
De la misma forma que me llevó
volvió a dejarme en la playa.
La sonrisa brillaba en su mirada,
creí comprenderla...
Volvería por mí cuando yo la llamara.
Un leve estremecimiento me despertó,
seguía tendida en la arena,
el sol se ocultaba en el horizonte.
Mire el mar, estaba tranquilo, nada se movía,
y comprendí que solo había sido un bello sueño...
Lo que no puede entender
es porque luego de tantas horas de estar dormida en esa playa,
continuaba completamente mojada...
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