
“Acá abajo el invierno suele ser bien gacho.
Sentado yo en la plazuela del dolor incómodo
Se me presento aquel simpático fantasma borracho.
Me saludo entre eructos y se sentó a mi lado.
Me dijo:
-“Como usted sabe amigo de Ultratumba
Ser alma en pena es una anomalía jurídica;
bien que nos niegan el cielo, el infierno
y aquí en el purgatorio no somos ni sombra
¿Podría amigo mío escuchar lo que perjudica?”
-Venga, Dale! -Le dijé al “bu” eterno-.
-Seré brevísimo noble caballero,
Tan sólo comentarle quiero
Qué prometí escribirle a ella
Mi amada, uf! Si usted la viera!
-¿Pues….escriba, por qué no lo hace?-
-Las almas errantes y eternas no pueden.
Tienen prohibidísimo escribir!
Si acaso hasta ahora, no hay quien condene
que yo le pida escribir por mí.
¿Podrá hacerme ese favor?
-Bueno…será un honor.
Traigame poemas, ensayos,cuentos
Necesito ejercitar mis escritos.
-No es necesario tenga Usted mi pluma.
Dicho esto: ¡Chin! ¡Cuaz! ¡Qué se esfuma!
A partir de aquel trágico momento
Descubrí que escribir fue mi tormento.
Pluma mágica. ¡Condenada pluma!
Viene a verme cada mes
Le entrego su escrito.
Me dice: ¡Ahí te ves!
En realidad…
Creo que ya estoy frito”.
2 comentarios:
Ojalá y todos dispusiesemos de esa Pluma.
Sería esto...un mar de letras fabuloso.
Con cariño.
Muy bueno, mucho, ojalá que si que todos dispuesierámos de esa pluma.
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