Oscura atracción


Amo de la oscuridad, ella cubre mis pasos
cuando hacia ti me deslizo
en el perpetuo silencio de la noche.

Es mi escudo, me protege de la luna,
que su luz no ilumine mis pupilas negras.
Encubre mis pasos que se arrastran
hasta el lóbrego pantano de tu locura.

Te busco en las tinieblas,
tu alma diabólica me hipnotiza.
Vengo a entregarme.
Desgarra mis venas.
Sacia tu sed con mi sangre…




La colina cósmica que observo y su alrededor nuboso se ha metido en mi nariz y aspiro confusión...el dolor de mis ojos aromados en las tinieblas.

Si...te presiento en mis sentidos, pero no estás ahí. Te has vencido y tu desliz silente...lo has perpetuado. Pero, vamos...te acompaño, aunque tu trémula voz huya de mí.

Será que buscamos la noche para hundirnos vacíos y desgarrarnos por la hipotermia que despliega la herrumbrosa luna. Es decir, menguamos con ella, en su solitud sombría y pasamos a la lacrimosa escena de soñar.

Se nos incrusta el pánico, el morboso terror de la distancia y sus diabólicas criaturas: los retazos del tiempo. La noche, la petulante noche y sus excesos nos ha cercado.

Nos encontró.
Habrá que festejar y tirar aleluyas... y saciarnos mutuamente.


(Silence&Luna)

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