Primer cántico
De entre las tierras de nadie... nace,
asoma una mano entre la grieta,
desgarradas las carnes y las venas,
abriendo paso entre el suelo apelmazado;
uñas destrozadas y sangrantes
desenterrando su ser.
La piel a jirones,
en finas tiras,
y su mirada... perdida,
sale al mundo de los "no existes"
y mira:
arenas grises,
lava humeante
y lagos negros de peces muertos,
raíces de árboles mutantes
y flores yertas por los senderos.
Su alma grita: “¿no hay luz?”
...y la luna se da la vuelta
y ofrece su cara oculta;
cráteres de incomprensión.
Con pasos lentos avanza,
interroga: “¿no hay luz?”
y la nada se le presenta
y le da por respuesta un nada.
Lamentos de almas ocultas,
salen a su encuentro,
le abrazan y le atormentan
y le niegan ¡no!, ¡no!, ¡no!
El alma desesperada corre,
no sabe a donde le llevan,
sus pasos de alma en pena;
y tras feroz huida... descansa,
respira agitada por el cansancio,
su corazón inexistente late,
y él nota por primera vez
el latido de la vida,
Inclina su cabeza hacia el pecho
y ve la luz, en sus adentros
y deja escapar una sonrisa
la vida llama a la vida.
Segundo cántico
La mano que surge,
de las tinieblas,
de oscura grieta:
rasgará tus vestiduras,
desnudará tu alma
y se enraizará en tu espalda.
Conocerás mi faz siniestra,
el fulgor de mis colmillos;
beberé tu sangre tiernamente
será una bacanal de placer y dolor...
serás mía eternamente.
Serás sangre en mi sangre
serás inmortal sin falso pudor
y mi mano dantesca rozará tu espalda!
Tercer cántico
Y si tu mano dantesca roza mi espalda,
ofreceré mi cuello a tus colmillos
y seré sangre de tu sangre.
Eternos e inmortales.
Tu faz siniestra será la mía
y danzaremos en orgías,
donde placer y dolor nos consuman,
hasta arder en el más extasiante fuego,
tuya soy, mi piel espera,
rasga mis vestiduras
desnuda mi alma
y bebe.
Cuarto cántico
Y plenos de invocación
exorcizaremos candor
deleznable.
Sacrificios de corazón,
de lúgubre pudor
y sangre!
Siempre sangre!
Solo sangre!
El amor es macabro,
el placer desgarra,
el sueño trágico
del que grita y ama;
del que muere
del que ama!
Vengan los avernos!
Hoy bailan los muertos!
Brindan con sangre
y besan sus labios yertos!
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