
Sigilosos pasos os digo,
qué escuché tras un arbusto,
sonidos leves testigos,
del saber hacer de un gato.
Caricias piden sus juegos,
mimos sin tus abrazos,
astucia si le persigo,
calor en mi regazo.
qué escuché tras un arbusto,
sonidos leves testigos,
del saber hacer de un gato.
Caricias piden sus juegos,
mimos sin tus abrazos,
astucia si le persigo,
calor en mi regazo.
Quizá no puedas sentirlo,
alma serena y pura,
ojos alegres y vivos,
niño que no madura.
¡Silencio! ¡Oíd os digo!
qué sin querer he visto,
tras aquellos olivos,
un gatito...escondido.
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