
Amo tus silencios,
tus celos,
tus sonrisas;
recuerdo tu voz
y siento escalofríos,
de tan lejos de ti,
de saberte en otros espacios
y me revelo en anhelos,
en prisas.
La distancia es atroz
y al ver las flores,
veo tus ojos,
tus labios,
tu pelo,
tu luz
y siempre brillas;
siempre estás,
y veo estrellas,
veo palabras;
y te veo
y me ves.
Nací para ti,
para tus besos,
tus abrazos;
para el roce de tus dedos,
para las gotas de tu miel,
para tus caricias
y tu piel.
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