El Mundo del que provienes

Ignorado Mundo, que con inexperta tristeza
dejas lágrimas abandonadas sin piedad,
con la esperanza de que aún mañana ,
de que aún ayer, te irás con sueños de Atardecer.

Incrédulo Mundo, que pasas lleno de tiempo;
que con ansia eterna, rompes la calma dormida,
con la vida en sueños de Atardecer.

Mundo en pena que mueres en un gemido,
como quieta existencia y callada vida;
como si tuvieras sueños de Atardecer.

Mundo en sueños, que despierta triste;
disipando temores y goces infinitos,
con el alma rota de placer;
pues su sueño, eso era: Atardecer

Mundo de noches diáfanas,
vagabundo en la frontera del sol,
duerme en brazos de la dulzura;
sueña sosegado, lleno de Atardecer.

Mundo melancólico, que extiendes tu cansada oscuridad
cual Iglesia desierta en un valle de cuerpos eternos;
duerme viejo tañido de campanas;
que solo durmiendo,
que solo soñando... serás Atardecer.


Respuesta de la gatito:

Mi mundo es de amaneceres
intensos cegados por la luz
de un sol que despierta al día,
amaneceres llenos de cantos de aves
que acuden a mi ventana cada mañana,
mundo que amanece cuando yo me retiro.

Mis atardeceres son de rutinas y más rutinas
la vida que llama a la vida,
atardeceres felinos acariciados por los gatos,
atardeceres que comienzan lentos muy lentos
y que cuando el reloj avanza sucumben,
mueren entre montañas, bajo cielos enrojecidos
y nubes blancas, dejando paso a mi auténtico mundo

La noche:

Noche oscura de silencios, que me acoge
siempre bajo su manto, entre sus brazos,
noche que prefiero sin estrellas
la noche de estrellas es fría
las heladas la acompañan
y el invierno se encrudece

Mi noche es cubierta
nubes rojizas amando a la noche
enredándose entre su manto
y acariciándola entre copos de nieve,
noche de luna llena
que se abre paso entre los amantes,
que ilumina mis huellas

noches donde los silencios me acompañan
noches de perros aullando
y de espesas nieblas

el mundo del que provengo
es mundo nocturno
mundo de lamentos
y de verdades disfrazadas
mundo donde mi alma
se empeña en sonreír
le cueste lo que le cueste

de cada lágrima derramada
nacerá siempre una esperanza

de cada esperanza perdida
queda siempre un ascua
y siempre una sonrisa
para prender la llama.