
Y en las Viñas de la Fuerza Universal
encuentro un vocablo que me transforma.
Sin sabiduría, sin magia,
sin testigos me enloquece: ¿Amor o desamor?
No hay elección, pero elijo.
Nacer, crecer, morir.
He aquí el Hado,
de cuanto el Orbe desquiciado encierra;
¿Qué importa si al fin del Camino andado
vengo a aumentar el polvo de la Tierra?
Y qué la lágrima? Y qué la bonanza?
y quien recibe y quién decide de lo incierto?
Si muere el corazón. Y la esperanza?
Dentro del Alma... Ja! También ha muerto.
Y pensar que amé, confíe en el destino
y a la razón le doblegó el quebranto
y ebrio de Amar, lo inmaterial y divino.
Vine a mezclar el Llanto con mi Llanto"
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