Háblame suavemente



Los cuervos están sobrevolando
no hay lugar donde escaparnos.
La gélida noche cubre nuestros pasos
y una cristalina lágrima muere en mis labios.

Háblame suavemente,
no permitas que mi corazón se hiele,
no quiebres lo que sentimos
ni lo conviertas en un desesperado mar de olvido.

Ya transité la noche,
la oscuridad que nubla la sangre.
No quiero volver allí,
no dejes que el amor muera dentro mío.

Lloraré esta noche
hasta que mis lágrimas quemen mi piel,
hasta que el fuego haga cenizas
y las sepulte bajo una lápida sombría…

Aún te amo…
Ya no puedo retroceder…

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