Un buen adiós


No se bien si me quedo...
tal vez me vaya,
y si me voy
será para siempre.

Por favor entierra mi palabra,
mi pasión ferviente;
mi luna
y sus despojos,
mis pasos en tu vientre.

A mis suspiros
tus recuerdos sella,
no dejes mi aura escuálida en tu tierra.

Olvida la voz doliente
que clama
y piérdeme eternamente;
asesina las memorias y mi alma,
que yo jamás
te sacaré de mi mente.


No me queda mucho tiempo a favor...
derramaré estos cristales en tu honor.




El cristal que derramo es a tu favor,
con tan escaso tiempo
pierdo el honor;
y aunque no salgas de mi mente
aunque has dilapidado mis memorias,
aunque has perdido mi alma,
no escucharás mi voz doliente,
ni verás mi aura escuálida en tu historia.

Mis suspiros ahora son de tierra candente
y olvidé que sus despojos surcaban tu vientre,
ni los pasos de la luna en su pasión ferviente,
desenterrarán mi palabra, que se ha ido para siempre.

Una buena despedida es que antes que me vaya...te quedas
...en donde estoy.

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