Actual y añejo


Tan moderno como el siglo
Y primitivo como el minuto
Dejo mis suspiros en arrobamiento constante
Conforme con el frío aplauso de nadie.

Indocto y pusilánime como una marejada en Biblos
Canto a la miseria y al luto
A los ecos perdidos y al vicio de la mente
Al vodevil en que te esfumas con la tarde.

Hasta aquí llego en mi involución de pasiones
A nutrir el alma en la corrupción del verso
Para hacerme incomparable por incrédulo
Trovando a la duda y a las decepciones.

Es el desencanto del tiempo y sus blasones
La tragedia de la palabra que triste ejerzo
Por no revolucionar el arte índigo y mudo
De la universalidad de mis errores.

Voy al canapé a descansar mi academia de sinsabores
A revolotear entre musgos y negras flores
A plañir por dolerme entre el lodo y fétidos olores
Por que no…no son para mí tus amores.

Muero en la modernidad del vacío
Y vivo en la antigüedad del espejo.

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