Sin excusas...que vengo sin excusas...
Debo saciarme de idolatrías en centurias inmortalizadas por morosos sueños y sangre regurgitada entre salmos.
Debo fascinarme por las úlceras estancadas en las charcas de briznas que tu sombra anhelada, en mi anida.
Debo incendiarme estupefacto y disperso por el reflejo de tu sonido eslabonado en besos y reclamos.
Debo enjardinarme por la tentaleante, gratuita, embozada y descarnada lección de poesía-caricia por ti vencida.
Debo amordazar mis metáforas narcóticas y fantasmales para golpearte con las cenizas de mi alma.
Debo parpadear y coagularme en tus poros para que gobiernes en mis grietas subterráneas de pasión.
Debo...tanto debo. Pero tanto debo. Que soy deuda externa sin excusas ni pretextos.
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